viernes, 24 de agosto de 2007

Recrean sensación de salir del cuerpo

Dos equipos de científicos encontraron la forma de provocar que un grupo de voluntarios viviera la sensación de hallarse fuera del propio cuerpo.

Los experimentos, detallados en la Revista Science, proporcionan una explicación a este extraño fenómeno que experimenta una de cada 10 personas en algún momento de su vida.

Dos equipos se aprovecharon de la tecnología que permite crear realidades virtuales en un antifaz -que se utiliza, por ejemplo, en algunos videojuegos o ciertos entrenamientos- para hacerle creer al cerebro del voluntario que su cuerpo se hallaba en otro lugar.

La ilusión virtual, más las sensaciones físicas percibidas por su cuerpo real cuando los moderadores lo tocaban, hacían creer a los voluntarios que habían "salido" de sus cuerpos.

Los investigadores sostienen que su descubrimiento puede tener aplicaciones prácticas, como por ejemplo llevar a los videojuegos al siguiente nivel de "virtualidad" para que sus usuarios crean realmente estar dentro del juego.

En cuanto a las posibles aplicaciones médicas, podría ayudar a los cirujanos a realizar operaciones a miles de kilómetros de distancia, a través del control del "robot" de su propio ser virtual.



"Teletransportación"

Algunas personas sostienen que la experiencia de "salir del cuerpo" -que en inglés se conoce como out of body experience u OBE- ocurre espontáneamente, mientras para otros está relacionada a circunstancias riesgosas, como por ejemplo la cercanía de la muerte, diversos estados de somnolencia, o el abuso de drogas o alcohol.


Una teoría dice que tiene que ver con la forma en que se percibe el cuerpo; que aquellas personas que están disconformes con él o de alguna forma más desconectados, son más propensas a vivirla.

Pero los dos equipos de científicos, de la University College of London, en el Reino Unido, y el Instituto Federal de Tecnología Suizo en Lausana, creen que el fenómeno tiene un explicación neurológica.


Su trabajo insinúa que una desconexión en los circuitos cerebrales que procesan las percepciones visuales y táctiles podrían generar el OBE.
En el experimentos de Suiza se le pidió a los voluntarios que se pararan de espaldas a una cámara de video, y se pusieran los visores digitales.

A través de esos antifaces podían ver las imágenes que grababa la cámara de su propia espalda frente a ellos.

En algún momento los investigadores tocaban la espalda del voluntario con un lápiz y el voluntario veía el lápiz tocando la espalda de su cuerpo virtual.

Los voluntarios indicaron que sentían el lápiz en el cuerpo virtual que veían, no en su verdadera espalda. De forma que percibieron que el cuerpo virtual era su propio cuerpo, y no un mero holograma.

Voluntarios

Incluso cuando la cámara de video comenzó a mostrar una grabación de cómo un lápiz tocaba la espalda de un maniquí, el voluntario percibía que la espalda del maniquí virtual era su espalda.

Pero hubo algo más sorprendente: cuando los investigadores apagaron los visores, hicieron caminar a los voluntarios unos pasos y luego les dijeron que volvieran adonde estaban parados originalmente. Todos regresaron al lugar donde estaba parado el "ser virtual".

El doctor Henrik Ehrsson, quien lideró los estudios de la UCL, realizó experimentos similares y halló que los voluntarios respondían fisiológicamente -transpirando más- a los estímulos a los que se sometía a su "ser virtual", por ejemplo cuando se lo amenazaba con un martillo.

Ehrsson explicó que "el experimento indica que la perspectiva visual del voluntario tiene una importancia clave para la sensación de encontrarse dentro del cuerpo. En otras palabras, sentimos que nos encontramos allí donde están nuestros ojos".

La doctora Susan Blackmore, psicóloga y profesora adjunta de la Universidad de West England, dijo: "Al menos esto llevó los OBEs al laboratorio, y puso a prueba una de las teorías principales sobre cómo ocurren".

"Los científicos sospechan desde hace tiempo que la clave para estas experiencias extraordinarias, que a veces cambian la vida, es que se interrumpe la ilusión de que nuestro ser se encuentra detrás de nuestros ojos y se la cambia por un nuevo punto de vista ubicado arriba, o detrás", afirmó.

domingo, 5 de agosto de 2007

Estimulación eléctrica ayuda a paciente


Un paciente de 38 años que se encontraba en un estado de consciencia mínima "despertó" luego de recibir estimulación, a través de electrodos implantados en su cerebro.
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Antes de que fuera estimulado, el hombre sólo podía hacer ligeros movimientos con los ojos o los dedos.
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Ahora emplea palabras y gestos, y responde rápidamente a preguntas.
También mastica y traga, por lo que no es necesario alimentarlo de forma artificial, dijeron los autores de un artículo publicado en la revista científica británica Nature.
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El tratamiento fue llevado a cabo por el neurocirujano Ali Rezai, del Centro de Restauración Neurológica de la Clínica Cleveland, en Estados Unidos.
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Funciones neurológicas

El paciente sufrió daños severos en el cerebro, a causa de golpes recibidos hace seis años.
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Como resultado, quedó en un estado de consciencia mínima, una condición menos grave que el coma o el estado vegetativo, en la que los pacientes tienen determinada percepción del entorno y algunas funciones neurológicas.
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Durante seis meses los investigadores alternaron con períodos de estimulación eléctrica y estímulos falsos para determinar si el tratamiento estaba teniendo efecto.
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Menos de 48 horas después de la primera estimulación, el paciente podía mantener los ojos abiertos, mover su cabeza y pronunciar palabras.
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Las autoridades sanitarias federales de Estados Unidos aprobaron que el tratamiento se ponga a prueba con otros 12 pacientes.
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La estimulación cerebral profunda ya se usa para tratar temblores relacionados con el mal de Parkinson.
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"Mamá, te quiero"
La madre del paciente, que pidió no ser identificada, dijo que anteriormente era muy difícil ver que él no se podía comunicar con su familia.
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"Nunca olvidaré las palabras que nos dijo el médico: 'Si su hijo se recupera en las próximas 72 horas, y no sabremos si lo hará, permanecerá en estado vegetativo el resto de su vida'".
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"Ahora mi hijo puede comer, expresarse y comunicarnos si le duele algo. Disfruta de una calidad de vida que nunca creímos posible".
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"Y la parte más importante es que puede decir: 'Mamá, te quiero'".